La fibra dietética que contiene la manzana verde la convierten en una excelente reguladora de los movimientos intestinales; sus importantes propiedades digestivas hacen que sea un excelente alimento para consumir tanto en casos de diarrea como de estreñimiento. Su alto contenido de ácidos málico y tartárico neutralizan tanto el estreñimiento como la diarrea.
Si se come una manzana verde luego de una comida pesada, sus propiedades digestivas y hepáticas favorecen a realizar una mejor digestión.